González Vicente

Biografía Mi nombre es Vicente González. Yo nací en San Gabriel, Ecuador hace más o menos cincuenta años. Allí di mis primeros pasos e hice mis primeros borroneas. Aprendí a pintar por mí mismo copiando de revistas y de la naturaleza. Empecé a dibujar cuando tenía nueve años. Mi padre trabajaba picando piedra. Con él aprendí a manejar la piedra e hice mis primeros pasos en la escultura. Haber andado con mi padre me ha servido de mucho. Quizás, sin saberlo, él es el dueño de mi secreto, de mi imaginación. Mi madre fue ama de casa y se dedicó a criar a todos los hijos que tuvo con mi padre. De mi madre aprendí la constancia, la paciencia y a no enojarme con el tiempo. Gracias a una beca conseguida por mi padre, empecé a estudiar artes. En el colegio de artes plásticas ubicado en San Antonio de Ibarra estudié toda la secundaria y aprendí la labor manual. Después de egresar de bachiller me dediqué a pintar de manera esporádica. Por esta época inauguré una exposición en la ciudad de San Javier junto con dos compañeros. También he trabajado como profesor. Ya que con un sueldo de maestro es muy difícil dedicarse a pintar en Ecuador, he buscado y recibido auspicio de muchas personas e instituciones. En San Antonio formé un grupo con el que he organizado exposiciones en Quito en una galería particular.
Estilo Yo me he propuesto plantear un estilo con base filosófica propia, la cual no he escrito pero que llevo en el alma. Comencé a pintar imágenes que necesitaban salir de mi cabeza. Ésta fue una lucha diaria. La lucha estaba en no hacer un dibujo bonito sino un dibujo plástico. De pronto esa manera de "afear" los dibujos no estaba acorde con la época o con la escuela que yo había seguido -que es una escuela netamente clásica. Se trata de captar la imagen en un espacio llamado mente. Pero ese espacio llamado mente debe salir y materializarse. Es conceptualizar el dibujo: captar el vuelo de la paloma o cuando un niño está dormido o el ruido de un árbol. Conceptualmente yo no me siento adelantado a la época, aunque muchos dicen no entender mi arte. Mi principal característica es la doble línea y quitar todo lo que me estorba y dejar lo que me interesa. Esto de suprimir los detalles me lleva a mantener una unidad única y esta unidad debe tener variabilidad con una estética clara. Entonces es cuando yo conceptualizo el mensaje del estilo único. Yo me considero un pintor lleno de imaginación, lleno de ese mundo creativo, lleno de facilidad de crear cosas que no hay. Yo pinto lo que no existe, lo que está dentro de mi mente. Yo quito los estorbos, codifico la obra, planifico la obra, descodifico la obra, le vuelvo a codificar, le vuelvo a buscar el pensamiento, le vuelvo a buscar la composición.
Afrodisíaco americano La obra aquí expuesta lleva por título "Afrodisíaco americano". Es un afrodisíaco americano con un planteamiento filosófico propio, es decir, olvidarse de las reglas, olvidarse de los términos, palabras, conceptos dados por los diccionarios y partir de cero, de la mente en blanco. Cuando el hombre parte de un esquema así es posible crear una obra básica. Mi planteamiento es partir con la mente en cero y olvidarse de las normas establecidas. Es una obra donde el afrodisíaco americano se reproduce por sí mismo y se amplía al universo. En esta obra se encuentra el cerebro humano que representa la necesidad de utilizar la inteligencia. Aquí se puede observar el pensamiento de estos seres y cómo se estructuran y se re-estructuran los nuevos seres, los nuevos hombres, los nuevos animales. Este afrodisíaco americano está dando nuevos seres, está dando nuevas armonías, nuevas alegrías, nueva estética.
Ventana mundo extraño Esta serie de ventanas tiene una historia. Son ventanas suspendidas en el aire. Pero se refiere no la ventana física sino a la ventana psíquica. Por esta razón es un mundo extraño. Yo tengo una nieta que afectivamente es como si fuera mi hija. Una vez ella me decía: "Papi, se han venido las casas de allá para acá sobre esta pared". En el vidrio de la ventana se reflejaba la imagen de las casas de enfrente. Y mi nieta decía: "las casas de allá se han venido acá, papi, por qué?". Por medio de esta obra he tratado de captar esa esencia: es un mundo extraño, es un mundo misterioso. Es una ventana posiblemente común y poco común en el concepto de idealizar lo que se encuentra ahí. Aquí vemos los reflejos varios que se producen en una ventana, a mi manera, de acuerdo a mi mundo interior. Estoy dando un mensaje de una fantasía exquisita de un ventanal y la emoción que puede causar la ventana en un niño. No es necesario decir: "No entiendo su obra". Hay que sentirla. Cuando la sentimos, la cosa va a cambiar.
Gato azul Esta pintura fue realizada en la ciudad de Viena en las dos semanas de mi estadía en esta ciudad. Este cuadro llevaba inicialmente por título "Caminantes", pero a mí me pareció demasiado lógico y yo no soy un amigo de la lógica. Por eso preferí que el título fuera más misterioso y decidí ponerle "Gato azul" porque yo tengo un gato en mi casa, el cual en realidad es azul, muy lindo. Esa magia es la que me envuelve a mí y a mi familia así como a todos los hogares. Es una manera de ir y volver, estar envuelto en la magia azul, en mi gato en casa.
Niños de Escuela Muestra guiada de arte latinoamericano para a una clase de primaria de una escuela vienesa.